Yo escribo para ti, porque te amo.

Hoy tuve una cita con quien mas me ama:

El recorrido para llegar a nuestra cita se me hizo eterno

quería sentirme en sus brazos cobijada en su regazo.

Al llegar ahí empecé a sentir de su presencia aun sin mirarle,

empecé a sentir que un calor invadía todo mi ser

se que me abrazo aun sin verme y que me beso sin mi presencia.

Al llegar a ese lugar que los dos elegimos para nuestro encuentro

empecé a sentir una extraña sensación de tranquilidad,

empecé a sentir que todo dejaba de importar y que ya nada era mejor

que el estar ahí con el.

Solo me bastó  sentir por un instante para que yo cayera postrada a sus pies,

rendida y sin voluntad propia.

No me dijo nada, dejó que yo dijera todo sin importarle que mis lágrimas le mojaran

solo sentía sus caricias llenas de amor, de ese amor puro que un día me juro.

Ahí, solo en sus brazos y en su tierno regazo me he sentido completa

solo con sus caricias me siento verdaderamente amada.

GRACIAS PADRE MIO, gracias por estar ahí para mi siempre,

gracias por escucharme, por besarme con el viento y acariciarme

con los rayos del sol, gracias por nuestras citas en cada amanecer

y por bendecirme en cada anochecer.

Te amo tanto mi Jesús Sacramentado. 

¿Cuánto tiempo pasó?

Esa mañana como otras volví a aquel lugar que ya amaba con el corazón ¿y por qué razón amaba ese sitio? Lo amaba porque en ese sitio más que en ningún otro Él se hacía presente.

Lo amaba porque el dia y el momento menos pensado hacía que su presencia se notara, a veces dentro de mi me hacia ilusiones y pensaba que juntos nos divertíamos Él queriendo ser encontrado y yo encantada buscandolo.

Eran las 6:30 de la mañana, pero yo tenía cerca de 15 minutos de haber llegado, me encontraba absorta en lo que estaba hablando mentalmente con ÉL cuando dio inicio la Santa misa, todo normal como en otros días, todo lleno de un gran respeto, de misterio y como ya lo dije anteriormente muy sacro.

De repente como ya se estaba haciendo costumbre hizo que su presencia se notara, pero yo veía a las demás personas, a mi lado, en frente y atrás... y ellos parecía que no veían lo que yo estaba viendo.

Tras el momento de la transubstanciación en que el Sacerdote levanta el pan y el vino ya consagrados al sacerdote se le corrieron las mangas del alba y pude ver hilos de sangre transparentes corriendo en sus manos, cerré mis ojos y los apreté pensando en que podía estar imaginando eso... los abrí pensando en que no era real ¡pero sí, era muy real y yo lo estaba viendo! Desde ese dia lo ame mucho mas, ame su presencia en todo y en todos, ame todo aquello que Él me ofrecía, ame nuestros momentos, lo ame tanto que hasta el dia de hoy sueño con volver a ese sitio tan nuestro, y aunque aquí en donde estoy se hace presente sigo pensando en que aquel lugar es nuestro lugar preferido.

 

Toda la vida senti atraccion por lo sacro, lo hermoso y lo misterioso de mi religión,

parecía que algo o alguien me llamaba, era una pequeña voz en mi interior que me decía "ven, sígueme"  

Obviamente me vi obligada a callar esa vocecita interior e ignorarla, aunque al pasar de los años esa voz se canso de llamarme de manera hermosa y para ser tomada en cuenta tuvo que gritarme fuerte y ponerme algunas trabas para que me detuviera y la tomará en cuenta, en ese tiempo a la voz interior ya no le importo que no fuera yo la culpable de ignorarla, realmente ya era adulta por lo tanto SI era ya culpable por seguir ignorándola.

Tan solo mencionare una de las últimas veces, esa vez en la cual me dijo cosas importantes que YO no sabía acerca de mi religión, me mencionó personas de las cuales yo no sabia que existian y otras que se que existieron.

Pero no fue eso lo sorprendente, lo sorprendente fue la voz que escuche, el tono que tenía esa voz, las palabras tan perfectas que usó, la manera tan embelesada en la que yo misma me vi, ¿como fue que me vi a mi misma? ¡no lo se pero me vi!

Me vi a mi misma en un embeleso que hasta el dia de hoy llevo en el corazón y en la mente, al mismo tiempo que me veía, yo misma veía para en donde estaba posada mi mirada pero yo no veía nada ¡válgame Dios diría mi sacrosanta madre!

Pero la Yo embelesada estaba recibiendo un mensaje, mensaje que tuve miedo no poder escribir por el problema que tengo de memoria, pero ¡si! Escribí completo lo que me dijo con esa voz y con esas palabras perfectas.

¿QUE SUCEDIÓ DESPUÉS, A QUIEN LE DIJE DE ESTO, A QUIEN DEBÍA  DECIRLO? 

Seguimos la historia.

Definitivamente cuando crees o piensas que todo ha terminado vuelve algo o alguien a recordarte que nada termina hasta que cortamos desde lo más profundo con eso que nos daña, que no termina hasta que nosotros mismo pongamos el punto final.

El Comienzo...

Y desde entonces, lo que ella pensó que era olvido y soledad, era nada más y nada menos que el principio de su reencuentro.

-Ella nunca pensó que lo que aquella tarde estaba sintiendo tan solo era el comienzo de una vida nueva, de una vida que ni ella misma se imaginaba que existía.-

Todo en la vida tiene un principio y un final, todo tiene un porqué...pero al parecer ella no lo sabia o simplemente quizo ignorarlo.

Solía perderse en sus pensamientos, tenía ese don de hacer volar su imaginación e inventar un mundo diferente, un mundo lleno de personajes que al final lograban vivir eternamente y llenos de felicidad.

¡Si, quizas ese fue su error! tuvo el error de creer y pensar que la vida era así, justo como era en su imaginación, solo que lo que a ella le faltaba era vivir para darse cuenta que no, que la vida no era ni un poco como ella lo imaginaba en las aventuras creadas en su mente.

Faltaba VIVIR, y más que nada le faltaba sentir...ella, tenía recuerdos vagos que la acompañaban siempre, recuerdos que la hacian reir y llorar. El mas hermoso de sus recuerdos lo guardaba en su corazón como el más preciado tesoro, su recuerdo era, una tarde hermosa entre mirasoles de colores, entre color rosa tenue, color rosa subido y uno que otro blanco, recordaba ella jugar entre esas hermosas flores en lo que su madre acordaba con la catequista la fecha exacta de su primera comunión.

Cuando ella sonreía alegraba a todo aquel que le rodeaba, ¡Y como no, si tan solo era una niña! En ella aún no había malicia, todo lo que sentía era real, era puro...era, ella.

Por fin se llego el tan ansiado dia, el dia en que por primera vez recibiría la comunión, en realidad, ella en esos momentos no se sentía niña, se veía al espejo y observaba su vestimenta, si, justo como una novia antes de unirse al amor de su vida, así se vio.

Ya antes había observado con detenimiento su vestimenta, todo su atuendo blanco, de manera especial aquellos hermosos zapatitos blancos de charol, se veian hermosos y se sentían suaves, de más está decir que siempre le gusto lo diferente, lo elegante, aquello que la hacía sobresalir de todos los demás.

Siempre había sentido cierto llamado, un llamado que no por su gusto fue ignorado, sino por el gusto de las personas mayores, de las cuales dependia y tomaban las mejores decisiones para su futuro.

Creo de cierta manera, que si en algún momento de su vida se haya revelado a todo, ella en estos momentos no solo tendría unos cuantos recuerdos hermosos, quizá tendría interminables de esos recuerdos.

¿Qué fue lo que sucedió para que cambiara? ¿Qué fue lo que la hizo sentir tan triste, para que se cerrara a todo y ya no fuera la misma? ¿Que seria lo mas lógico, culpar a los demás o culparse a sí misma?

Hizo lo que creyó que fue lo mejor, guardo todo dentro de su alma, vivió como los demás querían que viviera y enterró sus sueños, pero lo hizo con la convicción de que algun dia esos sueños, de un modo u otro serían realidad; sonrió con una sonrisa que para nada era la de ella, era una sonrisa forzada, tan solo una mueca...esa mueca fue su compañera por muchos, muchos años.

¡Que hermoso dia, ella se veía radiante y feliz! y como no estarlo,si por primera vez recibiría el pan y el vino, el cual representaba el cuerpo y la sangre de su amado SR.

Sentada de manera respetuosa, acariciaba de manera delicada la vela y la parte del rosario que sobresalía de su pequeña biblia, sus redondos ojos observaban el altar y todo cuanto había en él con un detenimiento extraordinario, parecía que quería llenarse y empaparse de todo cuanto allí había, de todo lo que aquello significaba; de repente la luz parpadeante de un cirio llamó más su atención, tal parecía que aquel cirio bailaba y que de el salian muchas destellantes estrellas ¿Que era todo aquello que ella veía y que tal parecía que nadie más lo podía ver? Creo que hasta el dia de hoy ella se sigue haciendo esa pregunta (aunque cabe mencionar que su vida ha estado llena de esta clase de acontecimientos, algunos los entiende y otros no) pero y después de todo ¿quién es ella para para cuestionar estos acontecimientos?

Terminando el rito y la ceremonia de aquel día tan importante lo primero que hizo fue, salir y correr al campo lleno de hermosos mirasoles, corto un gran ramo de todos los colores y regresó a donde el altar, los colocó de mejor manera que una chiquilla de siete años lo podía hacer, se hinco y con fervor dio gracias por el hermoso acontecimiento de ese día, pidió con inocencia que, ÉL, a quien ya amaba sin saber la razón, nunca la abandonara.

¿Y entonces, si ÉL no la abandonó, que fue lo que paso? Ella solo sabía, que ese seria el dia mas hermoso de su existencia, el dia que hasta ahora revive como si apenas hubiera sido ayer, lo revive con un amor que pasa de lo ordinario, a lo extraordinario.

Ella, tenía siete años cuando piensa y cree que empezó a vivir, cuando empezó a crear y a vivir en su propio mundo, ese mundo en donde todo era posible, ese mundo en donde la palabra imposible no existía ni tenía cabida, si con problemas, pero nada que no pudiera resolverse.

¿Qué te impulsó a cambiar niña querida? ¿Qué te impulsó a hacerlo? ¿Por que cambiaste tus sonoras carcajadas por tan solo una esbozada sonrisa?

Cuantos sueños rotos, cuántas alegrías truncadas y jamás alcanzadas, cuantas verdades ocultas y cuantas palabras calladas. Los días aquellos que debían de ser llenos de felicidad se tornaron tristes, las noches fueron largas, llenas de miedo y de poco dormir...no eran pesadillas, eran realidades. De vez en cuando reía, de vez en cuando se olvidaba de aquello que la dañaba, de eso que ella sabe que hasta la fecha le acompaña, de eso que no la ha dejado vivir. De vez en cuando los recuerdos la hacen llorar y las pesadillas temblar, y siempre para sus adentros se dice que algun dia todo terminara, enfrentará esos monstruos y sus miedos, les golpeara con fuerza hasta hacerlos desaparecer, y entonces ella será libre y sonreirá. ¿9 o 10 años? ¡La escuela y sus primeros amores, esos amores imposibles que se llevan por siempre en el pensamiento! ¡Hasta la fecha ella me ha demostrado que esos amores de escuela son solo eso ¡de escuela! amores de temporadas, amores que más tarde alguien más los hará olvidar. Cuando ella me cuenta de esos tiempos se le escapa una pequeña sonrisa, parece que lleva algunos muy buenos recuerdos en el corazón, me cuenta que tendría quizás 9 o 10 años cuando se sintió realmente atraída por un chiquillo, de hecho un chiquillo que tenía ojos para todas menos para ella. Siempre le hago la misma pregunta, una pregunta que por sus espaciosos silencios me hace saber que nunca me contestara ¿algun dia me hablaras de todo abiertamente? En mi opinión personal, en la humilde opinión de esta narradora y escritora...las personas nunca deberían dejar de sonreír, nunca deben callar ni la felicidad ni la infelicidad, no es justo cargar con daños e injusticias por toda una vida, no es justo que una niña se haya hecho mujer llevando tanto a cuestas, tanto, que se olvidó de ser feliz por tratar de hacer feliz a los demás.